En esta nueva entrada, presento fragmentos de un artículo del
" EL MUNDO CASTELLÓN AL DÍA "en el cual se muestra como en pleno S.XXI se siguen cometiendo errores en cuanto al lenguaje que utilizamos para nombrar a las personas discapacitadas, además se nos muestran una serie de porcentajes que nos muestran como se incumple la LISMI en todos sus aspectos y no se llega a la normalizaciónComo redactora de la sección de SOCIEDAD me propuso contactar con las asociaciones de discapacitados; informarme sobre qué se está haciendo al respecto desde todas las administraciones; qué decían las leyes sobre discapacidad y accesibilidad, y familiarizarme con un LENGUAJE correcto, que no hiriera la SENSIBILIDAD. Sobre todo porque había leído un artículo en el que el periodista llamaba a la protagonista de su historia "SUBNORMAL PROFUNDA". Aquellas palabras dañaron mi vista y mi corazón.
Se trata de una joven con un grado profundo de deficiencia psíquica a la que sus padres tenían atada todo el día a un árbol para que estuviera controlada. La noticia, pese a una muy poco apropiada terminología provocó reacciones. La Administración conoció el caso, que decía desconocer, e intervino. Adaptaron la casa de la joven, cubriendo todas las paredes con corcho, para evitar que se lesionara porque se golpeaba con frecuencia. Además, asistentes sociales se hicieron cargo de ella... porque la familia tenía pocos recursos económicos y pocos conocimientos para tratar a la muchacha.
He puesto este ejemplo para que se entienda la importancia del lenguaje. Todos sabemos que a la hora de redactar debemos buscar sinónimos para no caer en la reiteración. Existen términos como DISCAPACITADO, PERSONA CON DISCAPACIDAD, PERSONA CON DEFICIENCIA CON MINUSVALIA o MINUSVÁLIDO que son más correctos y, por tanto, nos apartan de la subnormalidad como definición.
3.- SECCIONES:
Del mismo modo que hay que cuidar el lenguaje, es imprescindible escapar de SENSACIONALISMO para informar sobre el mundo de la discapacidad. Si pretendemos NORMALIZAR el entorno del discapacitado y las noticias que a él se refieren, debemos normalizar el modo de informar.
El titular" EL 85% DE LOS MINUSVÁLlDOS ESTA EN PARO" y el sumario "LOS SINDICATOS DENUNCIAN A 70 EMPRESAS QUE INCUMPLEN LA LISMI" demuestran que las empresas privadas y publicas no respetan la Ley de Inserción Social. que establece que en plantillas de 50 o más empleados, un 2% sean minusválidos. La denuncia efectuada por los sindicatos acaba concluyendo que ante esta situación. el discapacitado termina trabajando de manera sumergida.
No es difícil obtener esta información puesto que los sindicatos suelen estar al tanto de las cifras de inserción laboral. También dan su opinión las asociaciones de afectados, y los datos son corroborados por la Inspección de Trabajo. Son tres fuentes a las que se alude en la noticia para darle mayor entidad.
Para acabar, el REPORTAJE DE ULTIMA. Este periódico tan especial que hemos compuesto hoy, ha escogido como protagonista a un disc-jockey residente en Valencia:
"HABILIDAD CON LOS PIES"
Es el titular de la noticia que alude a un disc-jockey que "LLEVA DOS AÑOS Y MEDIO VIVIENDO DE LA MUSICA", "COMPAGINANDO SU TRABAJO CON LOS ESTUDIOS DE DERECHO", aunque no tenga brazos.
Una vez más la discapacidad, la minusvalía que afecta al protagonista está en segundo plano, aunque está. Así es, para demostrar que estas personas hacen una vida aparentemente normal, pero con un esfuerzo superior al de personas "normales", ya que todavía no hemos logrado un MEDIO SOCIAL SIN BARRERAS.
La redacción de la PRIMERA bien podría ser un ejercicio a realizar entre todos. Basta con seleccionar el tema con mayor contenido informativo; la foto-noticia, que mejor ilustre nuestras noticias y, por último, completar la portada con varios sumarios.
Este sólo ha sido un ejemplo de la cantidad de información que se genera alrededor de las personas afectadas por algún tipo de deficiencia psíquica, física o sensorial. Nuestra misión es permanecer atentos y hablar de ello con frecuencia, desde el sentido común y el respeto absoluto. Nuestra misión es la de aprender a INFORMAR SIN BUSCAR EL SENSACIONALISMO NI LA COMPASIÓN.
Lo expuesto anteriormente son fragmentos de un artículo que trata de romper con la injusticia del momento. Trata de hacernos ver que los discapacitados no buscan compasión si no que se les vea como personas que son y se las trate como tal.
También incluyo el relato de una persona que reitera todo lo comentado anteriormente:
Bien, empezaré primero por explicaros qué es la LISMI, simplemente es la Ley de integración social del minusválido.
¿Y diréis y quién no la cumple? Pues el 90% de las empresas de más de 50 trabajadores que tienen obligación de contratar como mínimo el 2% de personal discapacitado o contratar a una empresa que sea un centro especial de trabajo.
¿Y quién es minusválido? Es la persona que tiene un problema físico, sensorial o psíquico y que un organismo público le concede un certificado de minusvalía que va desde el 33% hasta el 100%.
Las ventajas fiscales que obtiene la empresa, si contrata a una persona con minusvalía depende de las comunidades, pero del estado tiene el 90% de bonificación en la cuota de este trabajador de la seguridad social y una aportación a fondo perdido de 3800 Euros como mínimo.
El miedo de las empresas es que si contrata a una persona de estas características, es que no rinda como una persona no discapacitada, pero está demostrado que rinden igual o más que un trabajador no discapacitado. Ya sea por motivación, ya que a un trabajador discapacitado le cuesta tres veces más encontrar trabajo que a una persona no discapacitada.
Pero hay otra opción que es contratar a un centro especial de trabajo, trabajan como una empresa normal, ofrecen servicios de limpieza, jardinería, mantenimiento, teleoperadores, etc. con la peculiaridad que tienen personal discapacitado.
Según las estadísticas hay 3.500.000 de personas con minusvalías en España, y que sólo un porcentaje muy bajo están trabajando.
Tras estos fragmentos, pienso que la sociedad no está preparada 100% para aceptar a personas discapacitadas dentro de los trabajos. Por desgracia, aun siguen siendo escondidos en muchos puestos de trabajo o no son contratados por el simple hecho de ser discapacitados.
Yo, he tenido la oportunidad de ver trabajar a personas discapacitadas y doy fe de que son unos grandes trabajadores. Además llevan a cabo un gran esfuerzo por conseguir hacer bien las cosas hasta conseguirlo.
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